viernes, 23 de marzo de 2018

«Ansia por el poder»



El Perú, un país hermoso, lleno de oportunidades, se ve en estos momentos envuelto en fuertes problemas de carácter político y moral. Estos problemas tienen origen en el «Ansia por el poder». Los partidos políticos tienen su razón de ser, ordenar los diferentes grupos con ideas e ideales divergentes, organizar esos grupos es importante y saber quienes los conforman, con datos transparentes que obedezcan a la verdad; de esa manera nos evitaríamos o nos hubiéramos evitado el surgimiento de personas inescrupulosas como han surgido en la reciente historia de nuestra patria.

El inicio de todo lo que estamos viviendo fue el año 1990, la puesta en la escena política de una persona desconocida, colocada por el Partido Aprista Peruano que la apoyó y fue el creador del video del «schock» para evitar que gane el señor Mario Vargas Llosa la presidencia de la república con el grupo FREDEMO, que era la unión de diferentes partidos políticos.

Con engaños ganó las elecciones un hombre que mintió al Perú diciendo que era peruano, aunque en realidad es japonés, ese hombre es Alberto Fujimori. Ofreció que él lograría que salgamos del caos y la hiperinflación dejada por Alan García y el partido aprista, sin aplicar el schock. La gente lo creyó, salió elegido y aplicó en forma brutal el schock, disolvió el Congreso e instaló una dictadura donde cogobernó con Vladimiro Montesinos, su brazo derecho en la sombra, un hombre sin escrúpulos, que compró y negoció conciencias con el dinero de todos los peruanos.

Ni la honradez y ética de la esposa de Alberto Fujimori, la señora Susana Higuchi, fueron un freno para su «Ansia por el poder», no dudó en torturar y encerrar a su esposa para que no denuncie los atropellos y robos que ya se estaban cometiendo. La familia de este desconocido Fujimori se apropiaba de las donaciones de Japón para la gente necesitada y las vendía para beneficio propio. La denuncia de la señora Igushi dió como resultado que la encerraran y torturaran y el punto final fue el divorcio de Fujimori con Susana Higuchi.

El lugar de la «Primera Dama» fue tomado por Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori y Susana Higuchi, una mujer que no movió un dedo para defender a su madre que como resultado de las torturas terminó dañada tanto física como mentalmente.

El «Ansia por el poder» fue más poderosa para esta mujer que tampoco movió un dedo para influir en su padre para que éste NO atentara contra todas las instituciones del estado, el Tribunal Constitucional, el poder judicial, las fuerzas armadas, el Congreso de la República. En todas ellas fueron despedidos los funcionarios que no comulgaban con sus ideas y acciones golpistas y fueron nombrados sus allegados, que eran fácilmente manipulables.

Las re-reelecciones de Fujimori fueron promovidas, alentadas y aplaudidas por gente que se acomodaba por el «Ansia por el poder» y siempre eran orquestadas por la mano derecha de Fujimori, el nefasto Vladimiro Montesinos y la anuencia y aceptación de la primera dama Keiko Fujimori.

Así hemos heredado este grupo político que con engaños, marketing, manipuleo de masas y politiquería barata acabaron destruyendo los partidos políticos, compraron conciencias tanto de civiles como de militares, que por el «Ansia por el poder» vendieron su alma al diablo.

Se produjeron una serie de hechos reñidos con los derechos humanos, como la matanza de Barrios Altos, donde mataron hasta a un niño de 8 años, acusándolos de terroristas, la matanza de La Cantuta, la de Pativilca, de la oficial de inteligencia Barreto, que dijeron que se había descuartizado sola y de esa manera muchas otras atrocidades, que la genta olvida, como la venta de armas a la guerrilla colombiana.

El que digan que nos liberaron del terrorismo, no es tal cosa. La eficiente lucha contra el terrorismo se empezó antes de Fujimori por un grupo de militares y policías liderado por el señor Ketín Vidal. Al tomar preso al cabecilla Abimael Guzmán, ordenaron desde el gobierno que esperaran para que Fujimori estuviera en primera plana, para la foto. Lo tomaron preso y luego negociaron Vladimiro Montesinos y Fujimori en la Base Naval con el cabecilla de los terroristas. ¿Quién sabe qué? Ketín Vidal fue dado de baja. Todo era para ellos negociaciones, inclusive para dejar trabajar a los narcotraficantes en la Selva Central y otros lugares y que ellos los dejen tranquilos seguir adueñándose del país. ¡POBRE PERU! Han logrado tomar el Perú a cambio de …

Antes de caer Fujimori tuvo su momento de Rambo, buscando a Montesinos por tierra, parado y colgado de la puerta de su camioneta, buscándolo como en las películas del oeste o de Rambo, mientras tanto dejaba escapar a Montesinos en su embarcación por mar, ayudado por Ollanta Humala con su levantamiento de Locumba, en el sur.

Sí, tuvieron su momento histriónico, en el año 2000 Fujimori huyó a Japón, llevándose los lingotes de oro de las reservas del Perú, para vivir holgadamente él y su familia y renunció a la presidencia de la República por fax. Mientras tanto su hija Keiko hacía el papel de hija abandonada en el Palacio de Gobierno, saliendo de él con su maleta acompañada de su, hasta hoy asesora. Creo que podrían haber seguido clases de actuación y drama.

Pero todo sólo con un fin, el «Ansia por el poder». Después de haber estudiado en una costosa universidad en Estados Unidos con el sueldo misio de S/. 2000 que ganaba el padre, pudo pagar sus estudios y los estudios de sus hermanos en el extranjero con la plata de todos los peruanos. Ellos jugaban a la multiplicación de los billetes, en vez de la multiplicación de los panes.

El «Ansia por el poder» seguía latente hasta formar un partido político, el cual fue inscrito con la «multiplicación de firmas» que no se pudo comprobar, ya que hasta el día de hoy los funcionarios manipulables todavía existen en las instituciones. Es una maquinaria machiavélicamente montada.

Fujimori, no se sabe por qué razón, vino hasta Chile, saliendo de Japón antes de los elecciones del 2006. Parece con la idea de lanzarse nuevamente a la presidencia con alguno de sus partidos, que cambiaban y cambiaban de nombres para cada elección.

La jugada no le salió bien y fue apresado en Chile y extraditado al Perú, donde fue apresado y enjuiciado, recibiendo una condena de 25 años. PPK lo indultó por estar enfermo, apenas cumpliendo cerca de 15 años de prisión.

Como ya sabemos, las características histriónicas de esta familia, lograron que Keiko Fujimori formara un grupo político, ya con otro nombre, Fuerza Popular, y se presente para la presidencia de la república en las elecciones del 2011 y 2016. Sin suerte en las dos elecciones. En las dos con el argumento que ella es diferente a su padre, pero sin pedir perdón. En el 2016 perdió por muy poco frente a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), algo que no perdona hasta el día de hoy, nuevamente el «Ansia por el poder», salió a relucir, no dejando gobernar a PPK, obstaculizando cualquier acción que quisiera emprender PPK y su gobierno a favor del Perú. Fuerza Popular se ha dedicado, nuevamente apoyado por el partido aprista y unidos con la izquierda (comiéndose el sapo) a frenar todo intento de trabajar por el desarrollo del país.
Han montado, al igual que en la época de su padre con Montesinos, una maquinaria de demolición contra PPK y su gobierno, sin tomar en cuenta que va contra el Perú.

La falta de moral total de este grupo, queriendo vacar al presidente PPK por incapacidad moral permanente, una persona correcta, humana, sencilla, a la que no han dejado trabajar por el bien del Perú, es algo que no se puede entender y sin dejar que el Ministerio Público haga su trabajo, tratando de destituir el Fiscal de la Nación e irse contra el Tribunal Constitucional, todas prácticas montesinistas.

Con las prácticas montesinistas de infiltración de personas, de manipular el contenido de audios y videos para presentarlos con las secuencias para que parezcan, engañando al pueblo peruano, utilizando a personas con rabo de paja, tocando puertas, buscando ministros y congresistas, iniciando y desarrollando conversaciones hasta hacerles pisar el palito y grabando cual Montesinos, para decir que son los moralizadores, cuando son los inmorales por excelencia, todo tramado y no recibiendo ninguna amonestación por su actuar, si no que son felicitados por lo buenos alumnos de Montesinos que son. Para lograr su cometido, han logrado que PPK renuncie y estamos en una situación de incertidumbre en nuestro país, ya que el «Ansia por el poder» es tan fuerte, pero el Perú no está en ninguno de sus pensamientos, Sólo quieren el poder. Los congresistas de Fuerza Popular están atrapados en ese grupo por una o por otra razón. La falta de libertad, de ética y moral en ese grupo nos hace pensar, muy preocupados, en el futuro de nuestro país, nuevamente atrapado por personas con «Ansia por el poder», más no pensando en el bien y el adelanto del país, sino únicamente en el propio provecho. Esas personas no cambian, en especial su lidereza Keiko Fujimori, no quedándose atrás su hermano Kenji Fujimori, entre los dos, o más bien los tres, juntamente con el padre Alberto Fujimori han armado un teatro grotesco secundados por personajes inescrupulosos de su partido, que no ven más que su propio provecho y beneficio, al estilo fujimontesinista, enfrentándose entre hermanos, para repartirse el botín principal el «Poder» en el Perú, apostando a cuál de ellos le toca más. «No cambiaron pelones, siguen siendo los mismos.» Han propiciado la división de los peruanos, la desconfianza, la sospecha entre todos, para así lograr instaurar la tristemente «Dinastía Fujimori».

Los peruanos y el Perú, no nos merecemos eso, que estos señores se vayan a su casa a disputarse cada rincón de ella, no de nuestro Perú, que se merece desarrollo, crecimiento, con trabajo honrado y vivir sobre todo en Paz.

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