viernes, 27 de septiembre de 2019
Reflexionemos
jueves, 19 de septiembre de 2019
Un granito de arena
viernes, 23 de marzo de 2018
«Ansia por el poder»
El inicio de todo lo que estamos viviendo fue el año 1990, la puesta en la escena política de una persona desconocida, colocada por el Partido Aprista Peruano que la apoyó y fue el creador del video del «schock» para evitar que gane el señor Mario Vargas Llosa la presidencia de la república con el grupo FREDEMO, que era la unión de diferentes partidos políticos.
Con engaños ganó las elecciones un hombre que mintió al Perú diciendo que era peruano, aunque en realidad es japonés, ese hombre es Alberto Fujimori. Ofreció que él lograría que salgamos del caos y la hiperinflación dejada por Alan García y el partido aprista, sin aplicar el schock. La gente lo creyó, salió elegido y aplicó en forma brutal el schock, disolvió el Congreso e instaló una dictadura donde cogobernó con Vladimiro Montesinos, su brazo derecho en la sombra, un hombre sin escrúpulos, que compró y negoció conciencias con el dinero de todos los peruanos.
Ni la honradez y ética de la esposa de Alberto Fujimori, la señora Susana Higuchi, fueron un freno para su «Ansia por el poder», no dudó en torturar y encerrar a su esposa para que no denuncie los atropellos y robos que ya se estaban cometiendo. La familia de este desconocido Fujimori se apropiaba de las donaciones de Japón para la gente necesitada y las vendía para beneficio propio. La denuncia de la señora Igushi dió como resultado que la encerraran y torturaran y el punto final fue el divorcio de Fujimori con Susana Higuchi.
El lugar de la «Primera Dama» fue tomado por Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori y Susana Higuchi, una mujer que no movió un dedo para defender a su madre que como resultado de las torturas terminó dañada tanto física como mentalmente.
El «Ansia por el poder» fue más poderosa para esta mujer que tampoco movió un dedo para influir en su padre para que éste NO atentara contra todas las instituciones del estado, el Tribunal Constitucional, el poder judicial, las fuerzas armadas, el Congreso de la República. En todas ellas fueron despedidos los funcionarios que no comulgaban con sus ideas y acciones golpistas y fueron nombrados sus allegados, que eran fácilmente manipulables.
Las re-reelecciones de Fujimori fueron promovidas, alentadas y aplaudidas por gente que se acomodaba por el «Ansia por el poder» y siempre eran orquestadas por la mano derecha de Fujimori, el nefasto Vladimiro Montesinos y la anuencia y aceptación de la primera dama Keiko Fujimori.
Así hemos heredado este grupo político que con engaños, marketing, manipuleo de masas y politiquería barata acabaron destruyendo los partidos políticos, compraron conciencias tanto de civiles como de militares, que por el «Ansia por el poder» vendieron su alma al diablo.
Se produjeron una serie de hechos reñidos con los derechos humanos, como la matanza de Barrios Altos, donde mataron hasta a un niño de 8 años, acusándolos de terroristas, la matanza de La Cantuta, la de Pativilca, de la oficial de inteligencia Barreto, que dijeron que se había descuartizado sola y de esa manera muchas otras atrocidades, que la genta olvida, como la venta de armas a la guerrilla colombiana.
El que digan que nos liberaron del terrorismo, no es tal cosa. La eficiente lucha contra el terrorismo se empezó antes de Fujimori por un grupo de militares y policías liderado por el señor Ketín Vidal. Al tomar preso al cabecilla Abimael Guzmán, ordenaron desde el gobierno que esperaran para que Fujimori estuviera en primera plana, para la foto. Lo tomaron preso y luego negociaron Vladimiro Montesinos y Fujimori en la Base Naval con el cabecilla de los terroristas. ¿Quién sabe qué? Ketín Vidal fue dado de baja. Todo era para ellos negociaciones, inclusive para dejar trabajar a los narcotraficantes en la Selva Central y otros lugares y que ellos los dejen tranquilos seguir adueñándose del país. ¡POBRE PERU! Han logrado tomar el Perú a cambio de …
Antes de caer Fujimori tuvo su momento de Rambo, buscando a Montesinos por tierra, parado y colgado de la puerta de su camioneta, buscándolo como en las películas del oeste o de Rambo, mientras tanto dejaba escapar a Montesinos en su embarcación por mar, ayudado por Ollanta Humala con su levantamiento de Locumba, en el sur.
Sí, tuvieron su momento histriónico, en el año 2000 Fujimori huyó a Japón, llevándose los lingotes de oro de las reservas del Perú, para vivir holgadamente él y su familia y renunció a la presidencia de la República por fax. Mientras tanto su hija Keiko hacía el papel de hija abandonada en el Palacio de Gobierno, saliendo de él con su maleta acompañada de su, hasta hoy asesora. Creo que podrían haber seguido clases de actuación y drama.
Pero todo sólo con un fin, el «Ansia por el poder». Después de haber estudiado en una costosa universidad en Estados Unidos con el sueldo misio de S/. 2000 que ganaba el padre, pudo pagar sus estudios y los estudios de sus hermanos en el extranjero con la plata de todos los peruanos. Ellos jugaban a la multiplicación de los billetes, en vez de la multiplicación de los panes.
El «Ansia por el poder» seguía latente hasta formar un partido político, el cual fue inscrito con la «multiplicación de firmas» que no se pudo comprobar, ya que hasta el día de hoy los funcionarios manipulables todavía existen en las instituciones. Es una maquinaria machiavélicamente montada.
Fujimori, no se sabe por qué razón, vino hasta Chile, saliendo de Japón antes de los elecciones del 2006. Parece con la idea de lanzarse nuevamente a la presidencia con alguno de sus partidos, que cambiaban y cambiaban de nombres para cada elección.
La jugada no le salió bien y fue apresado en Chile y extraditado al Perú, donde fue apresado y enjuiciado, recibiendo una condena de 25 años. PPK lo indultó por estar enfermo, apenas cumpliendo cerca de 15 años de prisión.
Como ya sabemos, las características histriónicas de esta familia, lograron que Keiko Fujimori formara un grupo político, ya con otro nombre, Fuerza Popular, y se presente para la presidencia de la república en las elecciones del 2011 y 2016. Sin suerte en las dos elecciones. En las dos con el argumento que ella es diferente a su padre, pero sin pedir perdón. En el 2016 perdió por muy poco frente a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), algo que no perdona hasta el día de hoy, nuevamente el «Ansia por el poder», salió a relucir, no dejando gobernar a PPK, obstaculizando cualquier acción que quisiera emprender PPK y su gobierno a favor del Perú. Fuerza Popular se ha dedicado, nuevamente apoyado por el partido aprista y unidos con la izquierda (comiéndose el sapo) a frenar todo intento de trabajar por el desarrollo del país.
Han montado, al igual que en la época de su padre con Montesinos, una maquinaria de demolición contra PPK y su gobierno, sin tomar en cuenta que va contra el Perú.
La falta de moral total de este grupo, queriendo vacar al presidente PPK por incapacidad moral permanente, una persona correcta, humana, sencilla, a la que no han dejado trabajar por el bien del Perú, es algo que no se puede entender y sin dejar que el Ministerio Público haga su trabajo, tratando de destituir el Fiscal de la Nación e irse contra el Tribunal Constitucional, todas prácticas montesinistas.
Con las prácticas montesinistas de infiltración de personas, de manipular el contenido de audios y videos para presentarlos con las secuencias para que parezcan, engañando al pueblo peruano, utilizando a personas con rabo de paja, tocando puertas, buscando ministros y congresistas, iniciando y desarrollando conversaciones hasta hacerles pisar el palito y grabando cual Montesinos, para decir que son los moralizadores, cuando son los inmorales por excelencia, todo tramado y no recibiendo ninguna amonestación por su actuar, si no que son felicitados por lo buenos alumnos de Montesinos que son. Para lograr su cometido, han logrado que PPK renuncie y estamos en una situación de incertidumbre en nuestro país, ya que el «Ansia por el poder» es tan fuerte, pero el Perú no está en ninguno de sus pensamientos, Sólo quieren el poder. Los congresistas de Fuerza Popular están atrapados en ese grupo por una o por otra razón. La falta de libertad, de ética y moral en ese grupo nos hace pensar, muy preocupados, en el futuro de nuestro país, nuevamente atrapado por personas con «Ansia por el poder», más no pensando en el bien y el adelanto del país, sino únicamente en el propio provecho. Esas personas no cambian, en especial su lidereza Keiko Fujimori, no quedándose atrás su hermano Kenji Fujimori, entre los dos, o más bien los tres, juntamente con el padre Alberto Fujimori han armado un teatro grotesco secundados por personajes inescrupulosos de su partido, que no ven más que su propio provecho y beneficio, al estilo fujimontesinista, enfrentándose entre hermanos, para repartirse el botín principal el «Poder» en el Perú, apostando a cuál de ellos le toca más. «No cambiaron pelones, siguen siendo los mismos.» Han propiciado la división de los peruanos, la desconfianza, la sospecha entre todos, para así lograr instaurar la tristemente «Dinastía Fujimori».
Los peruanos y el Perú, no nos merecemos eso, que estos señores se vayan a su casa a disputarse cada rincón de ella, no de nuestro Perú, que se merece desarrollo, crecimiento, con trabajo honrado y vivir sobre todo en Paz.
lunes, 13 de julio de 2009
Una reflexión un día de Junio de 2009
Hace ya varios días que siento una tristeza muy profunda, y no sé por qué, o mejor dicho no sabía por qué. Hoy creo que tengo la respuesta.
Al abrir el periódico leí en primera plana lo que está sucediendo en Cusco, en Sicuani (lugar donde yo nací), lugar del que me sentía y me siento orgullosa de ser. Durante toda mi vida a la pregunta ¿de dónde eres? yo respondo orgullosa «de Sicuani – Canchis – Cusco», un lugar de gente trabajadora, respetuosa de los demás, orgullosa de su pasado y de quienes fueron los que escribieron la historia de los que ahora vemos con tristeza que se está dando un capítulo confuso de violencia, que están siendo movidos por personas que para alcanzar lo que desean no dudan en mentir y socavar la paz, utilizando quizás las necesidades no atendidas de las personas, los miedos, las penas, las esperanzas de personas de bien, ofreciéndoles todo lo que esperan a cambio de marchar con violencia.
Desde niña yo veía lo que sucedía en mi vida, muchas veces como si fuera una tercera persona que veía desde fuera como si no fuera yo la que estaba allí. Eso me daba el privilegio de observar un plano más amplio. Escuchando lo que me enseñaban en la escuela y en mi casa, podía darme cuenta que toda acción tenía una reacción, que toda enseñanza tenía una aplicación. Las reacciones de las personas en la escuela eran diferentes, a algunas de mis compañeras un tema les era totalmente indiferente, a otras les llamaba un poco la atención y a otras como a mí, nos hacía pensar en cómo habría sido en ese momento en que sucedió tal o cual cosa que nos decían o enseñaban los maestros, cómo se llegó a la conclusión que sean cosas que nos deban enseñar y eso es lo que nos muestra cómo es vivir en sociedad y que todos debemos tener derecho a informarnos de los hechos ocurridos y tenemos la libertad de formarnos una opinión, de tomar decisiones y nuestro propio criterio. Pero para eso debemos sacudirnos de los apetitos políticos, económicos, apetitos de poder, debemos ser libres para opinar, escuchar y ser escuchados.
Imaginémonos que nuestro Perú es nuestra casa, nuestro hogar, donde nos reunimos para conversar, decir lo que nos preocupa, escuchar lo que todos y cada uno tiene que decir, poner en una balanza los pro y contra de lo que se dice y llegar a una conclusión después de ser todos escuchados.
Cuando alguien ofrece algo a cambio de una actitud violenta, no está pensando ni actuando en favor de los otros, sino de si mismo, no es una persona que tiene paz dentro de él mismo, no soporta que las demás personas vivan en paz, no soporta que las demás personas crezcan cada día más por su propio esfuerzo, que logren lo que buscan con trabajo, no soporta que los padres enseñen a sus hijos que el éxito se logra con esfuerzo, con trabajo, no soporta que las personas sean solidarias, que se ayuden unas a otras, no soporta la unión de las personas para lograr el bien común en paz y armonía.
Imagino a esas personas siempre mirando de costado, esperando siempre una debilidad, una equivocación para saltar encima cual ave de rapiña. Pienso si esas personas tienen la capacidad de darse cuenta de las debilidades de los otros, por qué no la utilizan para ofrecer una opción constructiva para superar la debilidad y no abrir heridas que luego las hacen sangrar hasta destruir el amor propio de cada persona, porque sólo de esa manera tienen poder sobre ellas.
El Perú es más grande que sus problemas. Tenemos que pensar que los hombres pasan, el Perú queda. No permitamos que nuestro Perú se paralice, que retroceda, sólo nosotros podemos hacer que esas personas que están enfermas de egoismo, de terror, no influyan en nosotros. Cada uno de nosotros podemos contribuir con un granito de arena para lograr la paz en nuestro Perú, que es un país hermoso, maravilloso, donde la mayoría de las personas queremos la armonía, el desarrollo, la paz ... .
Laura Scarsi de Dopf